• INICIO
  • ESCUELA PARA CATEQUISTAS
  • CATEQUESIS
    • PRIMERA COMUNIÓN
    • ADVIENTO
    • ESPECIAL DE NAVIDAD
    • CUARESMA Y SEMANA SANTA
    • CELEBRAR LA PASCUA CON EL JARDÍN DEL BUEN PASTOR
    • PENTECOSTÉS
    • REPASO TEMAS DE CATEQUESIS
    • CELEBREMOS EL AÑO DE LA FE
    • DINÁMICAS
    • GALERÍA DE DIBUJOS
    • SACRAMENTOS
    • TEMAS Y TALLERES
    • SOMOS MISIONEROS
    • MANUALIDADES
    • SANTOS Y FIESTAS EN EL AÑO LITÚRGICO
    • MARÍA, MADRE DE DIOS
  • EVANGELIZACIÓN
  • BLOG VIVIR EN FAMILIA
  • ESPIRITUALIDAD
  • CATEQUESIS PREESCOLAR
  • CUENTOS PARA APRENDER
Parte del grupo de participantes en el II Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa, celebrado en Santander, España

El papel de los blogueros en la Nueva Evangelización: el testimonio.

Picture
II Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa
“El mundo tiene más necesidad de testigos que de maestros”  
(Pablo VI)

Presentación Arelis Marrero González
Directora y editora de EvangelizaciónCatólica.org

El tema que nos compete conversar en este momento del Encuentro es el papel de los blogueros en la Nueva Evangelización, con un especial énfasis en el testimonio. 

Sabemos que cuando hablamos de testimonio, que según el diccionario de la Real Academia Española se define como la “Prueba, justificación y comprobación de la certeza o verdad de algo” , no estamos hablando de un tema nuevo dentro de la Iglesia. Todo lo contrario, el mensaje cristiano se presenta, ya desde sus inicios, como testimonial. La Palabra de Dios nos presenta en Hechos de los Apóstoles 4, 35: “Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor con gran poder. Y gozaban todos de gran simpatía.” Pero esa simpatía era entre los suyos, porque todos sabemos lo que significó para muchos de esos primeros testigos proclamar la verdad de Jesucristo: persecusión y martirio. 

Pero esta Buena Noticia no hubiera sido anunciada eficazmente, si los que la proclamaron no hubiesen sido "hombres nuevos", que manifestaban en sus actitudes y en sus obras los signos del poder salvífico de Dios (cf F. PACER, Testimonio, en J. GEVAERT, Diccionario de Catequética, CCS, Madrid 1987, 786).

Al vicario de mi parroquia Sagrada Familia en Corozal, Puerto Rico, le gusta utilizar la siguiente frase: “Si usted ama a Cristo, ¡que se le note!” y es que ha eso se refiere cuando hablamos de dar testimonio. No son solo las palabras que salen de nuestra boca, sino las actitudes y las obras que se desprenden de nuestro actuar. En nuestro caso específico como blogueros, ese testimonio se convierte en lenguaje escrito y/o audiovisual, pues las posibilidades que nos da la Web2.0 son realmente increíbles. Pero, vale la pena preguntarnos ¿Cómo daremos testimonio en la Internet? Hay dos aspectos que me parecen muy importantes y que me gustaría compartir con todos ustedes. Estos son: el ejemplo y la humildad.


EL EJEMPLO

Los educadores sabemos que una de las formas más efectivas de enseñanza es la utilización de ejemplos. Los ejemplos nos ayudan a entender un concepto y a identificarnos con ellos. Cuando esos ejemplos los llevamos al plano personal y espiritual, la estrategia no es menos diferente e importante. 

En mi país hay un dicho o refrán popular que declara que “Nadie aprende por cabeza ajena”.  Yo tengo una nueva versión para ese refrán. “El que no quiere aprender con el ejemplo, le toca aprender con sufrimiento”.    Y no lo digo como algo categórico ni con ánimos de ser pesimista. Sino como la realidad de muchos que cierran sus oídos y su corazón en un momento determinado de sus vidas y que lamentablemente, les toca experimentar en carne propia aquello de lo que fueron advertidos.   Y aunque definitivamente, nadie puede tomar decisiones ni actuar por otro, el tener como referencia la experiencia de otros, nos puede ayudar en un momento determinado, a tomar nuestras propias decisiones y a hacer un análisis visto desde un punto de vista distinto.

Con el mensaje del Evangelio pasa exactamente lo mismo. Si bien es cierto que tu experiencia de fe, tu historia de conversión o tu vida de oración no pueden ser reproducidas exactamente igual por otra persona, tu ejemplo puede motivar a otros a dar los pasos correctos para vivir intensamente su propia experiencia de fe, su propia historia de conversión y su particular vida de oración.
Nuestros espacios cibernéticos son aptos para la utilización de este recurso, ya que, como mencioné anteriormente, podemos utilizar el lenguaje escrito para dar nuestro testimonio. Los vídeos y los enlaces en otras páginas y blogs son también recursos para sustentar los ejemplos que queramos compartir. 

Este compartir nuestras propias experiencias de fe, que es en propiedad aquello que llamamos testimonio, nos lleva al segundo aspecto relevante en el que me parece importante reflexionar: La humildad.


LA HUMILDAD

Y es que si hay un componente importante cuando hablamos de ser testimonio vivo del Evangelio de Cristo es precisamente la humildad. San Pablo en su carta a los Filipenses nos presenta el mejor modelo de humildad. “Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús, quien no hizo alarde de su categoría de Dios, sino que se desojó de su rango y tomó la condición de siervo.” (Fil 2, 5-6) Cuando nos hacemos conscientes de que a través de nuestros espacios en la web y de nuestra vida parroquial y familiar, etc. estamos llamados a dar testimonio, podemos caer, a veces inconscientemente, en el orgullo y la soberbia. Debemos tener cuidado en la forma que nos expresamos tanto en nuestro lenguaje verbal como escrito. El yo debe desaparecer para dar cabida al verdadero protagonista de nuestro testimonio: Jesucristo el Señor. 

El Papa Benedicto XVI, en su mensaje a los profesores universitarios en la pasada Jornada Mundial de la Juventud en Madrid dijo:


              “La verdad misma siempre va a estar más allá de nuestro alcance. Podemos buscarla y acercarnos a ella, pero no podemos poseerla 
               del todo: más bien, es ella la que nos posee a nosotros y la que nos motiva. En el ejercicio intelectual y docente, la humildad es 
              asimismo una virtud indispensable, que protege de la vanidad que cierra el acceso a la verdad. No debemos atraer a los 
              estudiantes a nosotros mismos, sino encaminarlos hacia esa verdad que todos buscamos. A esto os ayudará el Señor, que os 
              propone ser sencillos y eficaces como la sal, o como la lámpara, que da luz sin hacer ruido. ”

Y estas mismas palabras nos las podemos aplicar a nosotros, blogueros que buscamos incesantemente transmitir esa verdad a través del testimonio propio o de los ejemplos que podemos encontrar en la vida de los santos u otras referencias.
Ya lo enseñaba muy bien San Agustín: “La humildad debe preceder, acompañar y seguir a todo lo bueno que hacemos... si no el orgullo nos lo arrebata todo.” (S. Agustín, Epist. 118,22).

En mi búsqueda de información sobre este tema de la humildad, encontré un interesantísimo  artículo sobre la humildad de San Agustín en el blog El corazón eucarístico de Jesús. El sagrario. Pero fue uno de los comentarios lo que más  me llamó la atención. Y es que esto es lo maravilloso de los blogs. El intercambio que nutren las ideas del artículo principal y que a su vez, enriquecen al lector. El comentario es del también bloguero Alonso Gracián y dice así: 

             La humildad es la virtud del que se sabe perdido sin Cristo. Perdido sin su Gracia. Perdido sin su Amor. La virtud del niño que no se 
             suelta de la mano de su Madre y Maestra, la Iglesia, para no perderse en las tinieblas. La humildad, con la obediencia, que brota de 
             ella, es la virtud que más odia el demonio. Es la virtud que nos hace dóciles a la acción de la Gracia.

            Es la virtud que hace cantar al salmista: "Que no prevalezca el hombre" (Sal 20, 10) para que sea el Señor Quien prevalezca en bien 
            nuestro.  Es la virtud del mendigo, que se acerca al Señor y le pide, porque sabe que no tiene nada, ni quiere nada que no venga de 
            Él.


Si somos testigos de Cristo y con humildad proclamamos que es él quien hace maravillas en nuestra vida, que es por Él y por su gracia que podemos vivir en su amor misericordioso, entonces estaremos llevando a cabo nuestro rol como blogueros en esta Nueva Evangelización.

Para finalizar, quiero compartir con ustedes el trabajo evangelizador que estamos haciendo desde EvangelizaciónCatólica.org. Esta iniciativa que el Señor puso en mi corazón, desde su inicio se concibió como un proyecto colaborativo junto a mis hermanos del Ministerio de Música y Evangelización Emunah al cual pertenezco. A continuación  veremos un vídeo que preparó una de nuestras jóvenes colaboradoras, Melanie Rivera. En el mismo se recogen imágenes de nuestro apostolado junto a algunas frases publicadas en nuestro blog Vivir en Familia, donde precisamente compartimos nuestros testimonios de fe.


Retomando, éste último testimonio presentado en el vídeo, donde Diego, un niño de ocho años de su pequeño y humilde corazón le dice a su madre: “Mami, quiero ser santo...” Si con el esfuerzo que hacemos a diario a través de nuestros blogs y páginas en la Internet, si en alguno de los mensajes que colocamos en el Facebook o en el Twitter provocamos en aquel que nos lee, un deseo de santidad, como el de este niño de ocho años, entonces vamos cumpliendo nuestro cometido evangelizador.
HTML Comment Box is loading comments...

EvangelizaciónCatólica.com

Quienes somos
Contacto
Nuestra Parroquia
Nuestra Diócesis

    Escríbenos

Submit
Imagen